Fotografía de Héctor Rodríguez
La actualidad otra vez irrumpe y con ella lo que no cesa de no escribirse, generando en el movimiento deseante que se le enfrenta, inevitablemente escritura, ética. Nuestrxs autores dan cuenta de ello, una vez más.
Los 40 años de democracia nos han encontrado de un modo muy diferente a como hubiéramos deseado. La derecha ha tomado en nuestro querido país el relevo de lo repetitivo y tanático de la que fuera la “última dictadura cívico militar”.
El Estado ha sido demonizado y nombrado asociación ilícita. El salón de las mujeres es desmantelado, “rebautizado” el salón de los pueblos originarios y la canallada ocupa su lugar.
El ascenso de la extrema derecha arrasa los Derechos Humanos. Todos ellos. Desde el derecho a la comunicación, a la salud, a la cultura, a la educación pública y también empuja al vaciamiento del significante libertad, empujando a la “libertad de morirse de hambre” o de incluirnos en “una tercera guerra mundial de la que no vamos a quedarnos afuera”.
La oquedad atraviesa a nuestras instituciones con las infancia/s y adolescencia/s. Se cancela la intimidad en un efecto enloquecedor causa y consecuencia de la actual locura política. El sacrificio se instala como figura prevaleciente del goce epocal.
Lxs chicxs de hoy de ayer y de mañana, las intervenciones clínicas, las institucionales deberán dar cuenta de este golpe. La mirada en acto de lxs artistas advirtiendo sobre lo que queda en las márgenes nos abre a la galería de las figuras y estereotipos que a partir de esa mirada que implica lectura tiene opción a rectificarse.
El terror, el horror y, en el mejor de los casos la angustia, se instalan y atraviesan las instituciones, las adolescencias, los cuerpos. La pandemia ha agregado lo suyo. La apuesta de escritura en el marco de Nuestra Universidad Pública nos dignifica en el lazo.
El Psicoanálisis viene, como proposición de la resistencia del sujeto hablante/deseante, a restituir los lazos quebrantados por la lógica del odio imperante, a promover anudamientos frente a la disolución y la disgregación. Su praxis incide sobre el objeto a, en la máxima expresión cenital de su cara gozosa, sustrayendo goce mortífero para que opere como causa de deseo. Los escritos de nuestrxs autores, en su diversidad de abordajes y temáticas, son mostración de esta re-institución subjetivante de los lazos. Del des-enlace odiante al anudamiento vivificante.
Trabajo de Hormigas, en esta séptima edición, continuamos escribiendo, alojando historia transferencias mediante. El lector dará lugar a que algo de toda esta apuesta genere marca propiciatoria para que los trazos de nuestras infancia/s puedan ser inocentes.
Agradecemos a nuestrxs autores y artistas por apostar a la resistencia.